La contratación de servicios externos puede suponer un riesgo si no realizas una correcta evaluación de los profesionales que hay detrás. Acá te explicamos en qué debes fijarte por el bien de tu negocio.
Contratar servicios externos puede ser una gran solución para optimizar la gestión de tu empresa, pero también es un terreno donde los errores o decisiones apresuradas pueden salir muy caros.
Uno de los mayores riesgos es caer en un fraude fiscal 😲 una situación que no sólo afecta tus finanzas, sino también tu reputación y estabilidad legal.
Para ayudarte a evitar problemas, aquí te compartimos 7 claves esenciales que te permitirán contratar servicios con seguridad y confianza. 🤝
¿Que es un fraude fiscal?
Un fraude fiscal ocurre cuando se incumplen las normas tributarias de forma intencionada para reducir el pago de impuestos o evitarlo por completo. Esto incluye desde no declarar ingresos hasta emitir documentos falsos.
Si bien un error puede ser un dolor de cabeza, caer en manos de asesores poco éticos puede convertirlo en una pesadilla. Y lo peor, aunque no lo hayas hecho a propósito, podrías terminar pagando las consecuencias legales y financieras.
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Investiga antes de contratar
El primer paso para prevenir problemas fiscales es elegir a los profesionales correctos. Aquí tienes algunas señales que indican que un contador, abogado o asesor sabe lo que hace:
- Certificaciones: asegúrate de que estén inscritos en los colegios profesionales correspondientes. Un contador registrado en el Colegio de Contadores de Chile, por ejemplo, tendrá respaldo y credibilidad.
- Opiniones y referencias: revisa reseñas en línea o pide recomendaciones. Las experiencias de otros clientes pueden darte una idea clara sobre la confiabilidad del profesional.
- Trayectoria: No es lo mismo alguien recién egresado que un experto con años de experiencia en asesorías fiscales.
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Revisa sus métodos de trabajo
Un buen profesional no solo debe conocer las leyes tributarias, sino también trabajar de manera transparente. Algunas cosas que deberías verificar:
- Comunicación clara: si el asesor te propone “ajustes” o prácticas que suenan demasiado buenas para ser verdad, levanta la ceja.
- Documentación adecuada: pide que todo quede por escrito, desde los contratos hasta los informes contables. Esto no solo protege tus derechos, sino que también te permite tener un respaldo en caso de auditorías.
- Uso de tecnología: un contador o asesor actualizado debería manejar herramientas digitales, como software para emitir facturas electrónicas o realizar declaraciones tributarias.
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Entiende las estrategias fiscales que te proponen
Uno de los mayores riesgos de caer en un fraude fiscal es no entender completamente lo que estás firmando. No necesitas ser un experto, pero sí preguntar y entender cada paso:
- ¿Qué implica la estrategia? Asegúrate de que todo lo que se está haciendo esté dentro del marco legal.
- ¿Cómo afecta a tu negocio? Pregunta cómo impactará la estrategia en tus finanzas a corto y largo plazo.
- ¿Qué pasa si el SII revisa los movimientos? Un asesor confiable podrá explicarte cómo justificar todo en caso de auditorías.
Si las respuestas no son claras o te dicen algo como "esto no lo revisan", ¡huye!
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No caigas en la tentación de reducir costos
Sabemos que cuando tienes un negocio pequeño o estás empezando, el presupuesto 💸 siempre es ajustado. Sin embargo, optar por el asesor más barato puede salir carísimo si resulta ser poco ético o inexperto.
Importante: un buen profesional es una inversión, no un gasto. Además, contar con un equipo confiable te ayudará a ahorrar tiempo, evitar multas y dormir tranquilo.
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Mantén todo en orden
No dejes todo en manos del contador o asesor. Aunque delegues la gestión tributaria, tú eres el responsable final. Estas prácticas pueden ayudarte a mantener el control:
- Guarda tus documentos: conserva facturas, boletas y contratos. Todo esto es clave en caso de revisiones por parte del SII.
- Revisa tus declaraciones tributarias: antes de firmar cualquier documento, asegúrate de que todo esté correcto.
- Haz auditorías internas: si tienes dudas, contrata a un tercero para que revise las cuentas.
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¡Atención con lo siguiente!
Hay ciertos comportamientos que son señales claras de alerta. Aquí algunos ejemplos:
- Promesas irrealistas: si un asesor te dice que puede reducir tus impuestos a casi cero, algo anda mal.
- Documentos incompletos o faltantes: no recibir copias de las declaraciones o facturas es un mal signo.
- Falta de transparencia: si no quieren explicarte las estrategias o los movimientos que realizan, cuestiona su ética.
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Conoce tus obligaciones tributarias
La mejor defensa contra un fraude fiscal es estar informado. Aunque contrates a los mejores asesores, es fundamental que conozcas las reglas básicas del sistema tributario chileno:
- ¿Qué impuestos aplica tu negocio?
- ¿Cuáles son las fechas de declaración?
- ¿Qué beneficios puedes aprovechar?
- ¿Hay declaraciones juradas que realizar?
Los artículos que desarrollamos en TUU o plataformas como el SII 👀 tienen guías y recursos que te ayudarán a entender tus obligaciones.
Ayúdate de la tecnología
Evitar un fraude fiscal no solo depende de elegir buenos asesores, sino también de mantenerte informado y ser proactivo en la gestión de tus obligaciones tributarias.
Contratar servicios confiables, revisar estrategias fiscales con atención y guardar respaldo de todos tus documentos son pasos básicos para proteger tu negocio. Además, plataformas como TUU te entregarán herramientas confiables para administrar tu comercio 🙌 .
Recuerda, invertir en profesionales éticos y capacitados no es un lujo, sino una garantía para construir un futuro financiero sólido y libre de problemas legales.